en ese arte i en el de la invencion i el aparato. La Araucanía es la Andalucía de Chile, con la diferencia del grasejo de una mentira de andaluz a un villano embuste de salvaje.
Una razon, empero, mui atendible, porque era un hecho antiguo, lójico, i casi una segunda naturaleza del chileno, apuntaban los maliciosos indios al esplicar al comisario Pinuer la estraña i verdaderamente incomprensible reserva de los Césares para con los hombres de su raza, de su lengua i relijion en cuyas fronteras vivian.
Era aquella razon, jenuinamente nacional, la de que los Césares no se manifestaban dispuestos a volver a la comunidad civilizada de los colonos del rei de España, «porque no querian hacerse como aquellos, tributarios...» Los Césares se hallaban mucho mejor, al decir del capitán Pinuer, sin fisco, sin aduanas, sin estanco, sin alcabaleros, sin escribanos, sin contadores mayores i, sobre todo, sin contribuciones. I a la verdad que, si los Césares hubieran existido, esa habria sido la esplicacion mas natural de su resistencia a unificarse con nuestro suelo, porque en materia de rentas públicas, Chile ha sido la Galicia de la Indias, es decir, la mas pobre de las colonias españolas i la mas rehacia para el pago de todo lo que es de la patria i la comunidad.