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El príncipe bandido

Era de ver la cínica actitud de los unos, el coraje bru- tal de los otros y la desesperación de los más al tener co- nocimiento de la sentencia y confirmación del castigo á que se hicieron acreedores y al verse trasladados de las antiguas crujias de la cárcel pública, donde fueron tral- dos, atados codo con codo, desde el teatro de sus crímenes, á la capilla, que, con objeto de que fueran a) patibulo arre- pentidos y contritos, se les habia preparado por los her- manos de la Santa Hermandad de Caridad, mientras en la plazoleta del Fuerte y en la plaza Mayor, hoy 25 de Mayo, se levantaban horcas y se prevenían verdugos para la es- pantosa ejecución de tanto bandolero y el coronel don Francisco Cabello y Mesa, director del TeLÉGRAFO MER- CANTIL, RukaL, PoLirico, Económico é HIsTORIÓGRAFO DBL Río DB LA PLATA, condimentaba el peripatético, estu- pendo, filosófico y largo articulo que publicaría en las pá- ginas de aquel minúsculo órgano de publicidad, después que tuviera lugar la ejecución del «ejemplar» castigo y pasara previamente por la censura

Martin Pereyra, «el terrible Curú,» reo principal, como le llamaba la sentencia y confirmación, agradeció, con pro-

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