discordia harto más grave, y que ha tenido tristes consecuencias para el imperio. El gobierno español había proyectado, para asegurar más á Ceuta, construir tres fuertes aislados, el uno al frente, y los otros dos dominando las ensenadas que se forman á ambos lados de la plaza; y á principios de Agosto se comenzó á edificar un cuerpo de guardia en el sitio llamado ataque de Santa Clara, con el fin de proteger los trabajos cuando se empezasen, y vigilar sobretodo á los presidiarios que se habían de emplear en ellos. En la noche del 10 de aquel mes los moros de la vecina tribu de Anghera destruyeron la obra empezada, arrancando y deshaciendo la garita en que se situaba el centinela de caballería de la compañía de lanzas, sobre la altura llamada del Otero. Siguióse á esto una protesta de los moros contra el proyecto de fortificar el campo, que consideraban suyo; y llenos de soberbia con la impunidad pasada, derribaron los pilares que señalaban la línea divisoria, echando por tierra las armas de España que ellos sostenían. Salió la guarnición de Ceuta, que mandaba el brigadier Gómez Pulido, y repuso solemnemente las armas en su lugar; pero fueron derribadas de nuevo durante la noche. En el ínterin, apenas tuvo noticia de la ocurrencia, dirigió el cónsul general D. Juan Blanco del Valle una nota al ministro de Negocios Extranjeros del sultán, residente en Tánger, reclamando satisfacción; y el ministro pidió un plazo para la respuesta. Pero los moros redoblaron al propio tiempo sus insultos, y el gobernador de la plaza, por evitarlos, suspendió las obras comenzadas, dando cuenta al gobierno. Ya habían hecho los moros fuego á la plaza, y había tenido lugar una pequeña escaramuza; ya el gobierno español había
Página:Apuntes para la historia de Marruecos.djvu/256
Esta página ha sido corregida
250
APUNTES