Página:Apuntes para la historia de Marruecos.djvu/25

Esta página ha sido corregida
19
HISTORIA DE MARRUECOS

los, ofreciéndoles en pago la tercera parte del territorio. No se dejó esperar Genserico en África, sino que, aprovechando la ocasión, desembarcó allá con ochenta mil combatientes y se apoderó de todo, sin que el propio Bonifacio, reconciliado ya con Placidia, lograse tornarlo á España: merecido castigo para el que imprudente llama poder extranjero á componer discordias en su patria. Así fué como los vándalos fundaron su imperio en Cartago, Numidia y Mauritania. Genserico, no contento con tales conquistas, asoló con sus naves las costas del Mediterráneo; y llamado á Roma para cumplir otra venganza, remató la obra de Alarico, poniendo por tierra los restos de la grandeza imperial y trayendo riquísimos despojos para sí. Sabido es que al dejar el puerto de Cartago para una de sus expediciones, le preguntó el piloto contra quién había de encaminarle: «Contra aquellos, dijo el bárbaro, que merezcan la ira de Dios.» Con la fortuna de sus empresas y las altas dotes y calidades que poseía, Genserico logró afirmar su dominación en África y gobernarla sin contradicción por muchos años. Á Basiliscus ó Basílides, general romano que había venido contra él y estaba á punto de tomar á Cartago, lo apartó de su propósito con suma de dineros: de suerte que aquél se volvió con su armada á Oriente sin otro efecto. Y para distraer de semejantes empresas al emperador León, que mostraba más aliento que sus predecesores, concitó contra él á Eurico, rey de los visigodos, el cual, cediendo á los ruegos y ricos presentes del vándalo, atacó al imperio, apoderándose de Arles y de Marsella. Al propio tiempo tuvo maña para mover á los ostrogodos á que asolaran el Oriente, por manera que no volviesen más contra él