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HISTORIA DE MARRUECOS

tenían lanzas ni organización militar que hiciese temible el empuje de la caballería; caían sin defensa los más valientes, y cada instante se señalaba con horribles pérdidas entre sus filas. Entró, pues, el desorden al cabo, y comenzaron los jinetes á desbandarse por uno y otro lado. Bugeaud, que en el ínterin estaba cañoneando las colinas, en cuya cima se miraba á Sidi-Mohamed, que desde allí dirigía la acción, viendo el desconcierto de la caballería enemiga, vuelve contra ella sus cuatro piezas ligeras, y cogiéndola entre dos fuegos, acaba de ponerla en fuga. Entonces la caballería francesa carga por tres partes á un tiempo y completa la derrota de los ya desordenados marroquíes. Los que fueron por el centro tomaron las colinas, y arrojándose en seguida sobre el campamento, se apoderaron de él á pesar de la desesperada resistencia de sus defensores. Los de los costados, hallando partida en dos á la caballería enemiga, fácilmente pudieron arrollarla. Sidi-Mohamed llama á sí los fugitivos, y logra formar todavía á la izquierda del Ysli gruesos escuadrones; algunos cuerpos de caballería francesa que se adelantaron demasiado, se encuentran gravemente comprometidos; pero los vencedores avanzan, su artillería vuelve á lanzar la metralla sobre los indefensos contrarios, su caballería amaga una carga, y entonces, sin más poderlos contener el príncipe, se pone en desordenada retirada todo el ejército marroquí, los unos hacia las montañas, los otros por el camino de Teza. Fué insignificante la pérdida de los franceses, que no sufrieron apenas el fuego del enemigo ni pudieron ser alcanzados por su caballería. Más considerable fué la de los marroquíes, aunque no se les pudo seguir el alcance. La nueva de