por heredero del trono. Murió, pues, en 1727 Muley Ismael sin haber logrado someter al nuevo rebelde, abandonado de todos por la asquerosa enfermedad que le produjo su fin, y dejando la más odiosa memoria que hombre haya legado al mundo hasta ahora. Pocos de sus antecesores habían muerto como él en su lecho, sin embargo, y ninguno había alcanzado á reinar el largo período de cincuenta y cinco años.
De día en día, durante su vida, habían ido aumentándose su lujuria y su crueldad, que llegaron á un punto verdaderamente increíble. «Este rey, escribía el autor de la Misión Historial, tiene más de cuatro mil concubinas, y lo que más pasma á todos es la fecundidad que ha tenido. El año de 1703 pregunté á uno de sus hijos, que es el más entendido de ellos, que cuántos hermanos eran, y de allí á tres días vino con un papel, donde traía escritos quinientos veinticinco varones y trescientas cuarenta y dos hembras, por lo cual no dudo que ya habrán llegado á mil.» No rebaja este número ninguno de los escritores contemporáneos[1]. Prescindió Ismael de toda pompa exterior, y comenzó á vivir groseramente con sus vasallos, fiando el respeto de su autoridad al terror de su nombre. Era más aficionado á los negros que á los blancos; y se cuenta que sólo en Mequinez y sus alrededores llegaba á ciento cuarenta mil personas la población negra que se estableció en su reinado. No desmentía, en suma, Ismael en sus hechos ni en su persona su origen materno. Te-
- ↑ Tres mil mujeres y cinco mil concubinas supone que tuvo la Historia Universal, de los literatos ingleses, antes citada. Graberg de Hemsóo admite también un número semejante.