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HISTORIA DE MARRUECOS
ron también con los naturales, y, en una salida que hicieron contra ellos en número de quinientos ó seiscientos hombres, fueron cogidos en una celada y muertos todos con el conde de Teviot, gobernador de la plaza que los mandaba. No dejó, sin embargo, de continuar la guerra en aquella parte, como solía suceder en todas las que había fortalezas de cristianos, hasta que volvió Tánger á poder de los moros, según veremos más adelante.
Tal era la situación de los cristianos en el imperio, y del imperio mismo, cuando definitivamente se estableció en él la dinastía presente[1].
- ↑ Hacia este tiempo vino un príncipe marroquí á España. Véase la edición del P. Mariana, de Gabriel de León. Madrid.
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