Página:Apuntes para la historia de Marruecos.djvu/115

Esta página ha sido corregida
109
HISTORIA DE MARRUECOS

naban por dar la plaza á los cristianos[1]. Pero habiendo cedido todos al fin, partió Muley-Xeque de Carmona, y en Gibraltar se embarcó en las galeras de Portugal, que le transportaron á la costa vecina de nuestra fortaleza del Peñón, donde plantó sus tiendas. Sus hijos y mujeres fueron enviados á Tánger. Entretanto, su hijo Abdallah, abandonado de todos, habia tenido que refugiarse en Melilla; pero animado luego por su tío Abú-Fers, y con la ayuda que le dieron los deudos de una mora, con quien acababa de casarse, se puso de nuevo en campo con sólo ochocientos caballos, y venciendo á Mustafá en un combate, entró triunfante en Fez, llevando encadenado al renegado vencido á la cola de su caballo. Pocos días después, ó su tío Abú-Fers conspiró contra su padre, ó Abdallah se imaginó que conspiraba, y el caso fué que entrando el airado mozo en su aposento acompañado de dos renegados y un eunuco, lo ahogó con su propio turbante. Con esto y la fama de las riquezas que de España traía Muley-Xeque, se levantó de nuevo su partido y acudió infinidad de gente á visitarle en la playa de Vélez de la Gomera, donde tenía su campo. Allí estuvo muchos días luchando con el deseo de cumplir su palabra por una parte, y por otra con la oposición de todos sus alcaides y de su propio hijo Abdallah, que estaba apoderado del imperio. Fué menester pensar en desposeerlo; y Juanetin Mortara logró con su astucia que se declarasen contra

  1. Estas curiosas negociaciones están muy bien descritas en el precioso Manual del oficial en Marruecos, publicado en 1844 por D. Serafín E. Calderón, libro de grande utilidad para mí en varios lugares de estos Apuntes.