influencia religiosa y sus formas, necesitaba pasar por el crisol en que se habían depurado la forma y los medios del sistema político anterior á 1810. Esto es evidente: una revolución no se completa, si en su marcha no pasa abatiendo las cabezas de las amapolas cargadas de opio nocivo arraigadas en el campo de las ideas. Pero ¿era político para llegar á este fin, maltratar con la irrisión y las púas de acero del lenguaje volteriano, á antiguas comunidades, á las cuales pertenecían hombres del mérito y de la constancia de alma del P. Rodríguez?
Jamás los frailes, la lejitimidad de sus propiedades, los derechos de la iglesia, fueron mejor defendidos que en las columnas del Oficial de día. Allí derramó Fr. Cayetano, todo su saber, la amenidad de su estilo, y la elevación de su alma, resistiendo con una moderación ejemplar á caer en los exesos á que casi le forzaban sus adversarios.
En esta amarga tarea falleció en Buenos Aires á la edad de 62 años cumplidos, el día 21 de Enero de 1823.
El claustro americano, ha producido como el español sus Leones y Gonzalez. Méjico se gloria de su Navarrete; Lima de su Delso; Buenos Aires de su Rodríguez, que merece un lugar distinguido entre sus mejores poetas.
Su exesiva modestia hizo que no diera versos á la