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so té, a á los novadores en costumbres y le= las UESBTACIS a apar enemizo de Alcibiades y Crie e OSTUES ó 4 quien el vulgo confundia fácilmente con tos sofistas. Sanz del Kio: ibid.=0pinamos cumo Socher y Frerel que a sacion de Sócrales, aunque aparentemente engendrada por celos religio sos, fué una verdadera venganza po.ilica, al contrario de lo que hizo con Jesus la hipocresia farisáica; que leacusó ante Pilatos" de un crímen de Estado (Rey de los judios). Durante el gobierno oligárquico habia sido Sócrates senador, porque creia que los cargos públicos debian servirse en bien de la Pátria, cuando esta se halle en poder del extrangero, para evitar mavores males á los conciudadanos. El proceso de Socrates liene todos los caracléres de un golpe de partido, de un juicio revolucionario, y el fallo fué del Lodo inmerecido, porque la conducta de aquel grande hombre estuvo inspirada siempre por el sentimiento más puro de justicia. Véa= se á Schoel: Litler. grecque. 11, 32 y siguientes. Cantú: Biogr. 1. X. de la Hist. univ.—Sócrales. Weber,—5. del Rio: Mist, univ., l. 7.—Laurent: Etudes sur l histoire de: l*humanilé. Grécé, 1, 1.

(15) Los jueces en número de 556 se dividieron en dos «piniones. Sócrates, fué condenado, por la mayoria de tres volos, por el partido de los fanáticos. Pero Sócrales se chanceaba con la vida y con la muerte y en lu= gar de pedir con lágrimas la absolución, segun costumbre; les dijo.con aquella amarga ironía que conslituia la fuerza de sus discursos: «Alenien= ses! por haber consagrado mi vida enlera al servicio y ála moralizacion de mi Pálria, me condeno yo mismo á ser alimentado durante el resto de mi vida en el Pritanéo á expensas de la República.» Los jueces que se vieron de tal modo provocados dictaron la sentencia de muerte por una gran mayoria. (Lamarline, Historia de la humanidad por sus grandes hom-= bres-Sócrales,) Nada dá tanta altivez como la persecucion de los malvados y recila sus propias alabanzas como Epaminondas y Publio Scipion.

(16) No se sabe á ciencia cierta quienes serian los discípulos que ha= blaron en su defensa. Diógenes Laercio cuenta con referencia á Justino de Tiberiades, y con relacion á la causa de Sócrates, que un dia Plalon se subió á la tribuna y dijo: «Alenienses! yo soy el más jóven de los que han subido á esta tribuna...;» pero que los jueces exclamaron. «Dí mas bien descendido.» =0ué era como decirle: «Desciende.» (Talbot. Ocuvres de Xenoph.: 1, 201, nota 2.

(17) ¿Me oyes negar que haya Dioses, ni enseñar esto á mis discípulos? No creo que sean dioses ni el Sol ni la luna... Platon, Apol.

Aunque sus pensamientos se elevasen mas allá de los miserables sím= bolos que entonces adoraba la Grecia, respetó el culto legal de su Pátria, y aun seguia lodos los ritos de la religion popular. Pensaba que la adora= cion de la Divinidad era una cosa lan santa en si misma que no habia necesidad de contristarla aun cuando se equivocase de Dios.—Lamart, ibid.

No desenvolvió Sócrales una ciencia de Dios. Le bastó combatir las representaciones antropopálicas de los dioses, reconocer la omnisciencia, omnipresencia y bondad de Dios en el gobierno del mundo y sobre todo la unidad de Dios sin dualismo ni limilacion sensible ni panicismo segun conoce esta unidad el espíritu religioso (Sanz del Rio=Revista ellada).