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gran casa, un hermoso jardín; en suma, todo lo que ella no posee. Eso provoca la desconfianza entre los campesinos. Nos consideran privilegiados, señores, descendientes de hombres que oprimían a los campesinos brutalmente y se enriquecían a su costa. Por otra parte, en vez de elevar el nivel de su vida, tú desciendes hasta ellos, vives como ellos, apruebas, en cierta manera, sus costumbres, la poca limpieza de sus casas, la estupidez y la incomodidad de sus vestidos.

—Claro, si la intentona sólo dura unos cuantos meses, no pasa de ser un juego, una especie de "sport" filantrópico—objeté.

—Aunque trabajes con ellos y como ellos mucho tiempo, toda tu vida, será igual... Sin duda obtendrás algunos resultados prácticos; pero... serán casi nulos en comparación con el mal que reina en la aldea, con la ignorancia, el hambre, el frío, la degeneración. Será una gota de agua en el mar. Contra ese mal son necesarios otros medios de lucha, medios violentos, enérgicos, heroicos, rápidos. Si quieres realmente hacer algo útil debes ensanchar de un modo considerable tu círculo de acción, obrar sobre la masa campesina de fuera. Por de pronto, es precisa una propaganda enérgica, ruidosa, como la de la música, que obra al mismo tiempo sobre miles y miles de seres humanos...

Durante unos instantes guardó silencio y miro, soñadoramente, al cielo.

—Sí, el arte...—continuó—. Lo único es el arte.