72 ANTOLOGÍA DE LA POESÍA FEMENINA ARGENTINA
EL DOMINGO AZUL
- “¡Ah, vivre ici parmi l'innocence des choses!”.
Samain.
El domingo es cielo que vive; parecen
las veredas claras, manteles de altar;
se hacen tan pequeños los niños en ellas como menuditos botones de azahar.
Sosiego dichoso es sentir el día
en una caricia de luz y color
y saber que todos los domingos tienen como un privilegio de gastar el sol.
Se pueblan las plazas de mudos ancianos con barbas y manos igual que el marfil, ancianos tan pálidos que, de la semana sólo en el domingo parecen vivir.
El alma no es una, no nos pertenece, se ha tornado grande como la ciudad; el cielo atraído por las calles mansas hoy, en cada esquina se deja alcanzar.
PUPILAS CAMBIANTES
Pupilas glaucas o pupilas grises, mirando flores o a través de lágrimas; atormentadas o en feliz sosiego, pupilas grises o pupilas glaucas.
Bordaban besos diez cariños blancos junto a la vida de la dulce anciana; diez nietecitos que ignoraban todo como las aves y como las plantas.