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490 ANTOLOGÍA DE LA POESÍA FEMENINA ARGENTINA

La sombra de unas ramas nos prestan su frescura y dormitando un poco, vemos pasar la vida:

él en un hilo de agua, diluye su ternura, yo, sobre un verso trunco, suelo quedar dormida...

MAÑANA AZUL

¡Oh la frescura grata de tan azul mañana

que viene a despertarme como una buena hermana! Parece que quisiera con su apacible calma

contagiar de dulzura la soledad del alma.

La quietud como ensueño tiene su imperio alado

en la paz infinita del campo sosegado.

Hay fragancias de churquis y de mieles serranas

y de flores silvestres y de cosas aldeanas.

Yo vivo en el momento y me contagio de ella,

y pienso que es bien triste dormir como la estrella; dormir en las montañas de suaves galanuras,

en que nos brindan nuevas, infinitas dulzuras; ¡dormir cuando se pueda saciar la sed ardiente

en el azul sereno de su serena fuente!

¡Dormir cuando renace con hermosura el día,

dormir cuando se siente hambre y sed de armonía! Yo bendigo la gala de tan azul mañana

y sigo por mi senda silenciosa y profana...

EL SUEÑO ETERNO (Inédito)

¡Dormir, dormir, dormir, es esto lo que quiero! Que se cierren mis ojos y así, eternamente, ¡dormir!