474 ANTOLOGÍA DE LA POESÍA FEMENINA ARGENTINA
y el río murmuraba con sus olas cabe la tumba mía.
De la muerte el silencio era turbado en la playa arenosa
por el rumor que hacía acompasado la ola presurosa.
Con sus rayos la luna me alumbraba con claridad incierta
y mi pobre cadáver se encontraba en la playa desierta;
los rayos de la luna aparecian tristes como los sones
de liras enlutadas que gemían por muertos corazones...
Las ráfagas del viento, que vagaban girando en torno mío
con desmayados besos me besaban y con hálito frío.
Yo desperté abrumada, y muy lejanas y con tañido incierto
me pareció sonaban las campanas que tocaban a muerto...
Y pasaron después noches de calma desde esa noche triste,
mas el sueño fatal vive en mi alma y en mi mente persiste.