EMMA SOLÁ DE SOpÁ 439
LOS RANCHITOS
Los pobres ranchitos que el indio trabaja primitivo artista de simple creación,
son como los nidos, de barro y de paja,
y nidos, de lejos, parecen que son.
Entre la niebla húmeda de las madrugadas uno después de otro despertando van,
y prenden sus fuegos de luces doradas, mientras ladra agudo el perro guardián.
Y son por las noches sus rojos fogones, como si queriendo la sombra ahuyentar, hubieran bajado las constelaciones
entre la penumbra del cerro a brillar.
LOCAMENTE
No sé que hay en el aire de esta noche di estío: el cielo azul y claro da sensación de frío,
de los campos labrados sube un vaho: se diría que la tierra traspira del trabajo del día.
No sé que hay en el aire que las sienes me aprieta, que me pincha los nervios y no puedo estar quieta; quisiera salir sola por los campos desiertos
y correr... correr mucho con los brazos abiertos:
Y que soplen los vientos, que soplen locamente, que me den su aletazo de frescura en la frente, que me den la impresión de que cortan mi cuello, y que libre en el aire vuele suelto el cabello...