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ANTOLOGÍA DE LA POESÍA FEMENINA ARGENTINA
Pues yo quiero, si a ello mi pobre mano alcanza, Sembrar en esas almas semillas de esperanza, Para regarlas luego con esa linfa pura
Que brota de una fuente oculta de ternura, Para que las caliente el sol de mi alegría
Y quede en cada alma un poco de la mía. Arranca de mis ojos la frialdad del hielo
Y hazme la mirada como suave terciopelo,
Así, cuando algo cuente, cediendo a sus antojos, Los bese con las manos, los bese con los ojos.
Y si piara alguno cual pájaro perdido
Mi corazón propicio sea tibio como un nido. En este anhelo mío se vuelva mi palabra
Como cincel que esculpe, como buril que labra. Porque lo puedes todo, Señor, vengo a rogarte Des a mis manos torpes un poco de tu Arte,
El arte de ir limando la arista de un defecto Para que en cada pecho brille un rubí perfecto.