MERCEDES DANTAS LACOMBE
A BEATRIZ EGUIA MUÑOZ IN MEMORIAM
Te fuiste con la barca de tus sueños azules — inquieta golondrina de eternas primaveras— las manitas exangies plegadas sobre el pecho los ojos escondiendo las últimas quimeras.
Aquel que ha de aclararte la clave del misterio, te tomó a tu destino breve, de mariposa;
no respetó tu risa, ni tu voz, ni la dulce
ficción de tu alegría vibrante y dolorosa.
Ya estás en esa “playa de todos ignorada” que buscabas enferma de un anhelo tenaz, ya tienes a la causa de todas las verdades frente a frente a tu alma que quiso descifrar.
Amiguita perdida en mitad del camino,
no lloro tu partida en la desolación;
para tus alas leves, para tu ensueño frágil. cada día borraba una nueva ilusión.
¿A qué ese anhelo eterno inalcanzable y loco en pos del cual corrías con fe de juventud?
Las almas de tu estirpe no llegan en su vuelo a realizar la altura de su quimera azul.
Las plantas ya cansadas de la cansada senda, los ojos muy abiertos llenos de eternidad,
te guarda mi recuerdo, en el lugar muy hondo donde tan pocas cosas se consigue guardar.
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