SUSANA CALANDRELLI 139
REYES MAGOS (1)
No puedo deciros nada interesante;
mas sé de una niña muy niña que un año pidiera a los Reyes la luna distante.
Y al fin consolóse con una brillante lunita plateada de papel y estaño...
Un lustro más tarde -— diez años tendría, — ansió una muñeca viviente y humana,
que no fuera cosa de juguetería.
Y le regalaron, mordaz ironía,
una de cartones y de porcelana...
Después, a los quince, pidió un noviecito
que no fuera un sabio, ni un cero a la izquierda. Llegó al fin el novio, muchacho bonito
de ojazos azules y buen apetito:
muñeco de carne que andaba con cuerda...
Pasaron los años; y dicen que hoy día la niña de entonces está acobardada, sus sueños han muerto de melancolia... Y si hoy le indagasen lo que pediría, seguro dijera que no quiere nada...
Y esta es la balada de mis ambiciones, cuajada de lágrimas ininteligibles... Muñecas, muñecos, lunitas, visiones... ¡Felices mil veces esos corazones
que sólo desean las cosas posibles!
(1) “El Hogar”, 31 de diciembre de 1926.