Página:Antigona - Roberto J Payro.pdf/82

Esta página ha sido validada
— 82 —

— Estoy solo á cinco cuadras de casa, pensó, pero hace tanto frio!...

Subió al carruaje.

— Calle Victoria, número.... dijo al cochero.

El vehículo echó á andar.

Lindoro sacó un puro, raspó un fósforo y comenzó á encenderlo lentamente, retorciendo el cigarro entre los dedos de la mano izquierda para ablandarlo. Luego arrojó la cerilla que quedó encendida en el fondo del carruaje. A su luz el joven distinguió un papel. Movido por la curiosidad, que en él era un vicio, lo levantó. Era un fragmento de carta. Metiólo al bolsillo con intenciones de ver lo que decia en cuanto llegara á su casa, y continuó fumando tranquilamente.

Poco despues volvia á arrellanarse en uno de los sillones de su habitacion, cerca de un buen fuego, que entibiaba dulcemente la atmósfera.

— Veamos que dice esa carta, murmuró.

Y desdoblándola pudo leer lo siguiente:

si te parece mejor
y pasar agra-
gunos dias,