de aplaudir una obra porque A ó B la ha escrito, es una aberracion. Un buen autor puede escribir un mal drama y vice-versa.
— Me parece que lo que dices es exacto, en cierto modo, dijo Dupont, aunque exajeras algo. El nombre de un escritor notable puede decirse que es un salvo-conducto para la obra, una recomendacion. por lo menos.
— Es la verdad, dijo el reporter.
Dupont llenó las copas.
Al llegar á Ernesto, este rechazó el vino.
— No bebo, dijo.
— No bebes? preguntó Hazto-todo.
— No.
— Malo, pensó Armando: Creí que fuese mas débil. Pero veremos mas tarde.
Y siguió conversando alegremente.
— A pesar de que no desconozco el mérito de los dramas, dijo, prefiero la comedia. Se va al teatro á divertirse, á reir y no á llorar.
— Soy partidario del drama, dijo Ernesto.
— Por qué razon? preguntó Lovez.
— Porque en el drama se presentan siempre á nuestra vista desdichas inmensas, que son, las mas