Página:Antigona - Roberto J Payro.pdf/142

Esta página ha sido validada
— 142 —

un leproso!... ¡Oh! He inspirado horror á esa alma pura y adorada! ... Soy un miserable!... Pero Armando tiene la culpa! El me hizo beber; él me empujó á este abismó!... Si supiera el mal que me ha hecho!... Pero no puedo quejarme, no puedo acusarlo ... Yo soy el culpable y no él. .. Yo, porque tengo bastante entendimiento para no dejarme arrastrar al vicio que ódio!... La culpa es mia, solamente mia... Tambien hay circunstancias atenuantes ... El cumpleaños de un amigo, la poca costumbre de beber... Pero ¿cómo decírselo? ¿Cómo vindicarme? Jamás me atreveré á aparecer ante su vista. ¡Qué horror! ¡Qué vergüenza!... ella lo ha dicho. Solo desprecio es lo que inspiraré de aquí en adelante á esa niña inocente y bondadosa ... ¡Oh!...

Y se paseaba por la habitacion, agitado, nervioso.

— ¿Qué será de mí sin ella? ¿Qué puede ser mi vida sin la esperanza de que me ame alguna vez? Su imágen aparecia en mis sueños, alentándome y mostrándome el camino que debia seguir. En la lucha por la existencia, su nombre, que yo invocaba como el del Dios de mi alma, me daba nuevos brios, hacia que los mayorea trabajos fueran para mi un juguete!... Y hoy?.. No tengo ya esperan-