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Quedan, pues, únicamente para examinar la Ph. lupina, de la que Molina dice que los indíjenas la llaman uriñe (o urigne en ortografía italiana). Dice que: «su tamaño i su color son variables, habiendo indivíduos de tres, de seis i hasta de ocho piés de largo, i de color ya castaño, ya plomizo, ya blanquizco[1]: creo que estas diferencias provienen únicamente de su edad respectiva; algunas personas piensan que son constantes, pero entónces constituirían especies diferentes, porque entre los animales salvajes las variedades son rarísimas. Sea de eso lo que fuera, la uriña observada por mí era una de las mayores de su especie. No indicó el tamaño, debemos pues, creer, que tenía como 8 piés: dice de su piel, que tenía dos clases de pelo, el uno suave i corto el otro mas grosero i mas largo, que el hocico era corto i obtuso, que sus dientes no son del todo sólidos sino únicamente en la punta, que en lugar de orejas tiene aberturas con el márjen elevado («buchi marginati»). Todo lo demas de su descripcion, bastante larga, son caractéres jenerales que se pueden aplicar a cualquier especie de foca, a no ser que las patas anteriores tengan solo cuatro dedos, lo que sería un error evidente. Pero aun en los caractéres arriba copiados hai contradicciones mui grandes. Dientes, que son únicamente sólidos en la punta se encuentran cuando estos se mudan i están para caer, i los dientes no se mudan en un indivíduo que era «uno de los mayores de su especie», i por consiguiente bien adulto. Las dos clases de pelo parecen indicar un «lobo de dos pelos»; pero todos los lobos de dos pelos tienen las orejas largas. La especie mas grande de este grupo es la Otaria Philippii Peters, que alcanza a tener 6 piés i medio (1,90 m), pero se distingue por el hocico mui puntiagudo. — Molina dice en seguida, que su Phoca lupina es «comunísima en todas las costas de Chile», i para probarlo cita al Cap. Carteret (Viaje en Hawkesworth) como si éste fuese naturalista! No se puede hacer caso ninguno de esta denominacion de Molina, siendo su descripcion tan mala i estando llena de contradicciones.

La Phoca porcina está descrita de un modo mui corto, pero que hace sumamente probable que sea idéntica con la Otaria falklandica, como Burmeister lo observa mui juiciosamente. Dice Molina: «que es semejante al uriñe en el pelo (lo que significa, a mi parecer, que tiene dos clases de pelo), que su hocico es mas largo i termina casi como el del cerdo, que las orejas se estienden a fuera, que tiene tres a cuatro piés de largo, que su paradero ordinario es en las aguas polares.» No dice nada de su color.

Con esta ocasion voi a señalar un error, que propiamente no he cometido, pero cuya responsabilidad racae sobre mí. En un trabajo mío sobre los animales chilenos descritos por Molina, publicado en los Anales de la Universidad del año de 1867, tomo XXIX, se lée páj. 797: «El Puerco marino, Phoca porcina Mol. páj. 280. Es el «monstruo animal» observado por Anson en Juan Fernandez, la Phoca leonina L., ora Macrorrhinus proboscideus etc.», lo que es un gran disparate. Al sacar mi manuscrito en limpio, se reunieron por inadvertencia los dos artículos sobre la Phoca porcina Mol. i la Ph. elephantina Mol. en uno, omitiendo la parte posterior del primero, i por un descuido imperdonable no noté el error al revisar las pruebas de la imprenta.

En 1829 el señor Poeppig describió brevemente una foca chilena bajo el nombre de Otaria flavescens? (Froriep Notizen), i en su viaje (Reise in Chile, Perú und auf dem Amazonenstrom, tom. I, p. 310) dá noticias sobre la pesca etc. de los lobos de mar chilenos. Me parece que es una especie bien distinta, pero no puede ser la O. flavescens; la describiré con el nombre de O. fulva.


  1. La única foca, que se puede llamar blanquizca, «biancastra», es el Leptonyx leopardinus (Stenorrhynchus leptonyx), el leopardo de mar, que tiene poca semejanza con las Otarias.