Página:Ana Karenine Tomo I (1887).pdf/76

Esta página no ha sido corregida
74
Ana Karenine

El conductor se acercó al joven y le dijo: —La condesa Wronsky está en ese coche.

Estas palabras hicieron volver en si á Wronsky, obligándole á pensar en su madre y en su próxima entrevista. Sin que U91 ANA KARENINE VOLGA pudiese remediarlo ni convenir en ello, el joven no habia profesado nunca mucho respeto a su madre, á la cual no amaba; pero su educación y las costumbres de la sociedad en que vivía impedíanle admitir que pudiese haber en sus relaciones con ella la menor falta de consideración. Cuanto menos cari.

ño y afecto experimentaba por su madre, más exageraba las formas exteriores.