Página:Ana Karenine Tomo I (1887).pdf/40

Esta página no ha sido corregida
38
Ana Karenine

lo entienda. Está bién así? —añadió estrechando la correa.

—Perfectamente: pero despáchate—replicó Levine sin poSUUSA THE MEN mun der disimular la sonrisa, que á pesar suyo iluminaba su rostro. «¡ He aquí la vida, he aquí la felicidad! pensaba.—¿Deberé hablarla ahora? No me atrevo, porque soy muy dichoso en este instante, dichoso por lo menos con la esperanza; mientras que... Pero es preciso... es preciso; dejemos á un lado la dignidad!