Página:Ana Karenine Tomo I (1887).pdf/128

Esta página no ha sido corregida
126
Ana Karenine

volviéndose; pero Wronsky dirigió la palabra una vez más á la esposa.

—Espero—dijo—que tendré el honor de presentarme en casa de ustedes.

El señor de Karenine fijó en el joven una de sus miradas de fatiga y contestó friamente: —Lo celebraremos mucho: recibimos los lunes.

Al pronunciar estas palabras, separóse definitivamente de Wronsky, y siempre en tono de broma dijo á su esposa: —¡Qué suerte haber hallado media hora de libertad para venir á buscarte, dando así una prueba de mi ternura!...

—Recalcas demasiado esa palabra para que yo la apreciereplicó Ana en el mismo tono sarcástico, aunque oía involuntariamente los pasos de Wronsky que iba detrás. «¿Qué me importa á mí eso?» pensaba para sí. Después preguntó á su esposo cómo había pasado el tiempo su hijo durante su ausencia.

—Muy bien—contestó Karenine ;—Marieta dice que ha sido muy juicioso, y siento confesarte que no te ha echado de menos, como me sucedía á mí. Te vuelvo á dar gracias por haber regresado un día antes. Nuestra querida Samovar se volverá loca de alegría (Karenine daba este sobrenombre á la célebre condesa Lidia Ivanovna, á causa de su estado de continua agitación); ha preguntado muchas veces por ti, y yo te aconsejaría que fueses á verla hoy mismo. Ya sabes que basta la menor cosa para hacerla sufrir, y ahora, además de sus preocupaciones de costumbre, está inquieta por el asunto de la reconciliación de los Oblonsky.

La condesa Lidia era amiga de su esposo, y centro de un círculo á que Ana pertenecía por su unión con el señor de Karenine.

—Ya le he escrito—contestó Ana.

—No importa; quiere conocer los detalles. Si no estás muy cansada, haz tu visita desde luego. Condrat preparará el coche, y yo iré entre tanto al consejo. ¡Vamos! ya no comeré solo—añadió Alexandrovitch, sin chancearse esta vez ;—no podrías imaginarte qué acostumbrado estoy...

Y con una sonrisa particular, el señor de Karenine estrechó la mano de su esposa y condújola hacia el coche, que ya había llegado.