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1 solidificación, y que luego que se ha libertado del riesgo, descarga sus golpes para que no se ensoberbezcan con el apoyo que le han prestado. Así lo encontraréis antes y después de la revolución del Sur, antes y después de lo más crítico de la cuestión francesa; y asi lo encontraréis hoy mismo, en que, amagado de un peligro, no hace sino preludiar el golpe formidable que dará, si la fortura lo liberta de éi, hiriendo de cuando en cuando alguna cabeza, algún derecho, á medida que de cuando on suando conquiste alguna ventaja en sn situación.

Y a medida que hablaba, decimos nosotros, nuestro Daniel, esa organización nerviosa, ese pedermal que, & semejanza del coronel Dorrego, la discusión cra el acero que le arranoaba chispas, iba perdiendo la timidez que pocos momentos an tes lo habío, descompuesto algo, y entraba á paso de carrera á reconquistar en la discusión la energía de su espíritu y la lucidez de sus ideas.

—Pero sucede lo contrario de lo que decis, sefor Belo dijo Varela con esa sonrisa ainable cou que hacía olvidar frecuentemente las heridas en el amor propio ajeno, cuando sus ideas triunfaban.

—Lo contrario?

—Me parece que sí: acaba de dar un golpe de autoridad sobre todos esos ciudadanos respetables, que han sido presos; acaba de derramar la sangre de un auciano, y eso, yo lo veis, en los momentos en que su ejército ha sufrido un contraste.

El señor Agüero movió afirmativamente la caheza, y se puso & tocar los hierros de la chimenea con la punta de su bastón. Varela, uno de los hombres á quién més quería, acahaba, según él,