IV
1 DE CÓMO DON FELIPE ARANA EXPLICABA LOS FENÓ MENOS DEL MAGNETISMO
No bien atravesó el patio el señor Jefe de Folicía, cuando el cura Gaste, que la vió por entre los cristales de la puerta del salón, se despidió de las señoras y se fué derecho al gabinete del iniuistro Gobernador, que por un principio de republicanismo recibía á todo el que entraba laste él, sin ceremonias ni edecanos.
Ja cabeza de Medusa, ó la aparición del alma de su padre no habrían producido en nuestro don Cándido Rodriguez la impresión que la cara del cura Gaete, pues su espiritu, tan abrumado de impresiones desgraciadas después de algún tiempo, sufrió una revolución tal, que estuvo el hombro por dar vuelta á la silla y ponerse de espalda al Gobernador y al cura de la Piedad.
Pero entre el caos de ideas que surgió en su cabeza de aquella malhadada aparición, adoptó por fin la de bajar la frente hasta tocar con el papel, y escribir con una rapidez asombrosa; aunque, en obsequio de la verdad, es necesario decir que no escribía, sino que rasgueaba sobre el papel.
Don Felipe Arana era amigo de todos los hombres de iglesia; pero con el cura Gacte existía en dou Felipe otro vínculo no menos atrayente, ó quizá más atrayente que el de la amistad y todos cuantos ligan los corazones humanos, por cuanto
