Página:Amalia - Tomo II (1909).pdf/149

Esta página no ha sido corregida
— 145 —

usted parece que ha adivinado mis deseos. Hoy por mi y mañana por ti, como dice el refrán.

—No, pues mire usted, Mariño: eu este asunto me parece que voy a hacer imenos por usted que por mí; si me sale cierto lo que sospecho, creo que le voy a dar un golpe de muerte á Victorica en la opinión de Juan Manuel.

Luego, aqui hay algo serio?— dijo Mariño un poco intrigado.

Puede ser, pero no tema usted nada por la viudita, la hemos de sacar on palmas; entretanto, ¿con qué va usted á pagare i servicio?

Quiere usted que le mande desde mañana cien ejemplares de la Gaceta, para distribuirlos entre nuestros buenos servidores?

—Ya lo entiendo, picaruelo, me ha comprendido usted, y les va á dar duro á ellos y á ellas, eh?

—Creo que quedará usted contenta.

Y si no, no me contente..

—Obra cosa: hágume usted el favor, señora, de no hablarle una palabra de estos asuntos á mi mujer.

¡No aca criatura! si son bromas mías y soltó una de aquellas estrepitosas carcajadas que el diablo le inspiraba, hacióndole gozar del mal que hacía.

—Bien, bromas ó no bromas, es mejor que no se repitan: yo se lo suplico á usted—dijo Mariño, quien, á pesar del favor en que estaba con el Dictador, creía muy conveniente suplicar á aquella mujer, cuyas armas eran generalmente irresistibles.

Bueno vaya no más, no tenga cuidado; si yo doy con cierta cosa, usted ha de dar con la viuda; pero con una condición.

AMALIA 10.—TOMO II