Página:Amalia - Tomo II (1909).pdf/145

Esta página no ha sido corregida
— 141 —

¡Pues un interés político 1 —Cierto.

1 —Ya.

—¿Por qué lo duda usted?

—¿Yo?

—Sí, usted, se sonríc maliciosamento.

Qué Si yo soy asi.

—Si, señora, es usted asi.

—Mire, yo soy como soy.

—La conoz.CO .

—Y yo también lo conozco.

—¿Es decir, que nos conocemos?

—Pues, prosiga, Mariño.

—Eso fué lo único que dije á usted, creyendo que no me rehusaría usted esto servicio; usted que todo lo sabe y todo lo puede.

—Pues bien, ahora va usted á oir todo lo que yo he hecho y conocerá usted si soy su amiga.

Hace mucho tiempo que sé que esa mujer de Barracas vive muy retirada, y por consiguiente debe ser unitaria.

—Oh, quién sabo!

No, unitaria, Ajo.

Bien, prosiga usted.

—Me dijo usted que creia que había un hombre oculto.

—Lo sospeché solamente.

—No, claro, oculto; yo sé lo que me digo.

—Adelante.

—Mandé una de las personas de mi servicio á indagar por el barrio con ciertas instrucciones mfas. En la acera de la casa hay una pulpería, en la pulpería una negrilla criolla, ni emisario habló con ella; le dijo que la casa de la viuda era