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Juan Manuel iba á despachar de un momento á otro la solicitud muy favorablemente, por los empeños de cila.

La pluma del romanciste no puede entrar en las profundidades filosóficas del historiador; pero hay ciertos rasgos, ieves y fugitivos, con que puedo delinear, sin embargo, la fisonomía de toda una época; y este pequeño bosquejo de la inmoralidad en que ya se basaba el gobierno de Rosas en el año 1840, fácilmente podrá explicar, lo creemos, los fenómenos sociales y políticos que aparecieron después de esa fecha en lo más dramático y lúgubre de la dictadura.

Los abogados del dictador han presentado sienipre al extranjero la parte ostensible de su gobierno, y han dicho: si el general Rosas fuese un birano; si su gobierno fuese tal como lo pintan sus enemigos, no hubiese sido soportado por el pueblo después de tantos años.

Fero cómo ha existido? ¿cómo se ha sostenido contra el torrente de la voluntad de todos? Ie ahí la cuestión; he ahí el estudio filosófico de ese gobierno.

Una labor inaudita, empleada con perseverancia en el espacio de muchos años para relajar todos los vínculos sociales, poniendo en anaquía las clases, las familias y los individuos, estableciendo y premiando la delación como virtud cívica en la clase ignorante é inclinada al mal de sus semejantes; cscudándose siempre con esa palabra, federación, encubridora de todos los delitos, de todos los vicios, de todas las subversiones morales, es el sistema de Rosas; tales han sido los primeros medios empleados por él para debilitar la fuerza sintética del puehlo, cortando en él todos los lg-