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de la Naturaleza está convidando á la armonía del arte y de la voz humana.

Esta brisa, suave y perfumada, que pasa por la frente de estas regiones como el suspiro onainorado del genio protector que las vigila.

Esas nubes, matizadas siempre con los colores más risueños y suaves de la Naturaleza.

Si; todos esos magnificos espectáculos son palabras cloquentes del lenguaje figurado de Dios, con que revela el porvenir de estas regiones.

Las generaciones se suceden e la Humanidad como las olas de este río, inmenso como el mar.

Cada siglo cae sobre la frente de la Humanidad corno un torrente aniquilador que se desprende de las manos del Tiempo, sentado entre los límites del principio y el fin de la Eternidad: se desprende, arrasa, arrebata en su cauce á las generaciones, las ideas, los vicios, las grandezas y las virtudes de los hombres, y desciende con ellos al Caos eterno de la nada. Pero la Creación, es otra potencia que vive y lucha con el tiempo, va esparciendo la vida donde el tiempo acaba de sombrar la muerte.

Ese torrente indestructible arrebatará de las riberas de este río esta generación amasada con el polvo, la sangre y las lágrimas de ella misma. Vendrán otra y otra, como las olas que se van sucediendo y desapareciendo á mis ojos.

¡ Vendrán 1...

Cada pueblo tiene su siglo, su destino y su imperio sobre la tierra. Y los pueblos del Plata tendráz al fin su siglo, su destino y su imperio, cuando las promesas de Dios, fijas y escritas en la Naturaleza que nos rodea, brillen sobre la frente de esas goneraciones futuras, que verterán una lágrime, de com-