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espiral del humo, y se rarifican en el vacío, como la bruma, como el aire mismo; luces que, súbítas, se inflaman y se apagan, risas, gemidos que el aire trae, y cuyo eco cree conocer el alma, y más se sobrecoge, y más la oprime algo que no es propiamente el miedo vulgar, sino una especie de sueño en la vigilia, con algo que se acerca más á la muerte que a la vida, más á la obscura eternidad con sus aroccos, que al presente con sus peligros reales; ilusión del alma, y no de los sentidos, percepciones de la imaginación, en ciertos parajes, en horas especiales, y en circunstancias dadas...

mus Pero, en medio de aquella soledad, había una animación escondida, y entre esas tinieblas, un torrente de luz, oculto por los muros de la quinta de Amalia.

En el salón, los rayos de cincuenta luces se reflejaban en los espejos, en los bruñidos muebles, y en el cristal de los jarrones que rebosaban flores, y en cuyas labores, á los rayos de la luz y á la sombra de las flores, se descubría el brillo azul del diamante. la luz enrojecida del rubí, los desmayos del zafiro, la ssplendidez de la esmeralda, y las coqueterías del opalo.

El gabinete y el tocador estabanı iluminados del mismo modo; y sólo el dormitorio de aquella solitario beldad no tenía más luz que la de una pequeña lámpara de bronce velada por un globo de alabastro; porque el amor huye del ruido y de la luz. Hijo de los misterics de Dios, vaciados en el molde del corazón humano, busca también el secreto el misterio en la tierra. La tarde en el mar, y el rayo de la luna al través de las hojas de los árboles, son los modelos do silencio y