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Lugares que hiciese saber si Lavalle Labía pasado más acá de la capilla de Merlo ó si el ejército federal le había salido el encuentro y pulverizádolo bajo sus tremendas armas, y á los rayos del genio.

Ya era de noche.

De repente, el eso de un cafionazo lejano vino á herir el espíritu de todos.

Manuela se inmutó visiblemente. No era la causa política, era la vida de su padre lo que inspiró un cúmulo de sentimientos penceos en su corazón.

Por un largo rato la atención de todos se concentró en el oído; pero en vano.

Manuela buscaba con sus miradas alguien que pudiera decirle la verdad. Pero la joven conocía tanto á los que la rodeaban, que no se atrevió á interrogar & ninguno.

De improviso, un movimiento cuya impulsión venia del patio, se comunica hasta la sala, y todos vuelven sus miradas hacia la puerta en donde, á través de las nubes densas de humo de cigarro se pudo distinguir la figura del jefe de policía, y pudo percibirse su voz, que decía á cuantos le preguntaban :

—No es nada, no es nada; es el cañonazo de las ocho que tiran los franceses.

Manuela alivió con un suspiro á su oprimido corazón, y preguntó impaciente á Victorica, que se acercaba á saludarla:

Nadie ha venido?

—Nadie, señorita.

—Por Dios, desde las once no sé una palabra !

—Pero es probable que antes de una hora 30pamos algo.

Antes de una hora?