que vive la vida del corazón y de la inteligencia.
—Toma, lee.
Daniel desdobló un papel que le dió don Cándido, y leyó:
«San Pedro 1. de septiembre.
»Hace dos días que se presentó Mascarilla con mil hombres, á tornarmos el pueblo, que mostró »una decisión extraordinaria, rechazándolo vigo>rosamente.
»Trata una pieza de cañón, ciento cincuenta in»fantes y como seiscientos jinetes. Atacó por dos *puntos. Penetraron un momento hasta la plaza; »pero fueron répelidos por nuestro vivísimo fuego.
»Las pérdidas pasan de cien hombres.
»Adjunto á usted copia de la comunicación que »he recibido del General.
» Mañana le escribiré detalladamente. — Juan »Camelino.
Señor D...
—A ver el documento á que se refiere—dijo Daniel después de un silencio de más de diez minutos, fijos sus ojos en el papel que tenia en la mano, mientras pasaban por su expresiva fisonomía visibles nubes de tristeza y desconsuelo.
—Tema—dijo don Cándido,—son los dos documentos de importancia que se han encontrado en una ballenera tomada anoche. Volando he sacado una copia para traértela.
Daniel tomó el papel sin oir á don Cándido y leyó; AMALIA 12.—TOMO III
