sin miseria, sin desalojados, sin desocupación. Pero las mujeres también
allí siguen luchando. Bregan por que ellas puedan acceder al poder económico y político, al cual escasamente llegan. Traba- jan para que el machismo desapa- rezca socialmente y en los hoga- res la igualdad también exista.
Todo ,esto me hizo sentir vergiienza por mi condición de nujer argentina, con tanta hipo- cresía y tilinguería en esta so- ciedad individualista y egoísta.
En el grupo turístico se veía a nuestras mujeres clara- mente abiertas a demostrar su
Alternativa Feminista
condición de colonizadas por el sistema patriarcal. Mostraban su orgullo de ser "señora de ..." o "viuda de...". Solo había una mujer soltera, médica, con hijos y una divorciada, que era yo. Nos miraban, debido a nuestros valores distintos, como a dos
galáxicas caídas en la tierra por error. En los comedores de autoservicio les preguntaban a
sus maridos qué deseaban comer y, mientras ellos esperaban sen- tados, ellas iban y venían, sir- viéndolos. Hacían las valijas,
lavaban la ropa, respetaban ca- lladamente la oposición de los hombres a realizar visitas que Su papel
ellas deseaban hacer.
¡DEMOCRACIA EN El PAS)
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