Página:Alternativa Feminista 4.djvu/12

Esta página no ha sido corregida

Alternativa Feminista

LOS HOMBRES ANDAMOS A LOS TUMBOS, PORQUE EL SOPAPO HA“SIDO ' FUERTE

CARLOS ULANOVSKY, un hombre, habla sobre los cambios de las mujeres y su impacto

sobre las relaciones entre los sexos.

A/F: Recuerdo un artículo tuyo donde
  • hablabas de los cambios que habían rea-

lizado las mujeres y los efectos que esto tenía en la vida de los varones. ¿Cómo ven, como viven los hombres estos cambios?

C/U: En principio, te aclaro que yo ha- blo por mí y por mis amigos, que son de determinadas características. Nosotros vemos esos cambios con indudable in» quietud, inseguridad, porque inevitable- mente nos obligan a ponernos en otro lu- gar, distinto del que conocíamos secu- larmente.

A/F: ¿En qué consisten esos cambios?

C/U: Creo que en este momento la mu- jer tiene la posibilidad de decidir cosas por sí misma, para ella, Una posibilidad de libertad que la pone en un lugar dis- tinto en la sociedad y frente al hombre. La mujer, ahora, puede estar sola, pue- de prescindir del hombre. Esto es una gran novedad.

AJF: Es como si dijeras: “los cambios se dieron en las mujeres, y nosotros reac- cionamos” ¿Eso sucedió?

C/U: Siento que sí. El hombre ocupaba siempre el lugar principal, y no se preo- cupaba por ello, le parecía natural ubi- carse en ese espacio. Y lentamente, de un modo casi imperceptible, la mujer empe- zó a tomar posiciones.

12

Este no es un fenómeno nuevo, yo lo

advierto en los últimos 50 años, no co- '

menzó recién en los 60, cuando las mu- jeres largaron los corpiños para arriba. Y muchos hombres se negaron a aceptar es- tos cambios.

A/F: ¿Por qué se niegan?¿Qué creés que cuestionan?

C/U: Básicamente cuestionan el lugar, el espacio.

A/F: Estos lugares, estos espacios dife- renciados son los elementos sobre los que uno construye su identidad sexual, masculina o femenina. Quizás por eso son tan importantes, ¿no?

C/U: Claro, en los últimos tiempos, los hombres_nos preguntamos muchas cosas referidas al tema. Antes las cosas eran más claras. La imagen era la de aquel vie- jo abuelo patriarca, con los bigotazos y los tiradores, que se paseaba orondo por la casa, y, sin decir palabra, controlaba todo y tenía el mando de la situación. Todos esos lugares fueron cuestionados y seguramente, si hoy alguien decidiera pasearse en esa forma por la casa, sería denostado, burlado, le dirían ““de qué te disfrazaste?” Ya la irreverencia hacia esa figura es notoria.

AJF: ¿Hablan de estas cosas entre los hombres?

2