desesperado de mantenernos en nuestro lugar, en el lugar de siempre, ¡bah! Y no parece que esto sea simple amor a la tradición y conservadorismo vocacional, sino que ese quedarnos en nuestro lugar es imprescindible para sostener alguna otra cosa. Algún malaidea se preguntó ya si el tradicional conservadorismo de la Iglesia es mera obcecación o es en reali- dad una parte de su estructura o quizás la razón de su existencia. Hay gente de- cididamente irreverente.
Veamos un poco ese tema. ¿Qué se quiere conservar como está? El principio de autoridad. Los que mandan podrían imponerlo a viva fuerza supongo, pero imponer el poder por el miedo es poco práctico, insume mucho esfuerzo. Es me- jor, mucho más eficiente, convertir la obediencia en virtud, y decidir quién es quién “consultando a la Divina Provi- dencia”. Total, Dios no publica desmen-
idos en los diarios . y los números de teléfono a los que se efectúan estas ““con- sultas” tampoco son del dominio públi- co. Y si la caridad bien entendida empie- za por casa, el lavado de cerebro más efectivo también. Y como quiera que sea que en la infancia es cuando más se graba un ejemplo, sobre todo si es reiterado, bien viene que los niños crezcan viendo que uno de sus seres más queridos ha sido designado por Dios para la “diligen- te sumisión” y "rendida obediencia. Ese niño estará mejor dotado para rendir su- misión y obediencia al policía y al juez, al capataz y al patrón, al rey y al dicta- dor y, por qué no, a la Santa Madre Iglesia. q
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Alternativa Feminista
n declarado Hesperia Elena Ocampo y Ethel
Ia arenorid psicóloza Irene Orlando, quien habia sido mencionada por Basterra (ver La Razón de aver) como una de las pji- [sioneras que vio con vida en la ESMa, dond ¡la apoduban tía Irene.
La señora Berenguer, amiga de la infal de la psicóloga desaparecida, recordó qu ¡aquélla fue secuestrada a fines de 1977 en |, ¡intersección de San Martin y Boni. Á, partido bonáerense de San Martín, A lgrupo de personas. vestides de civil y fuoÑe- mente armadas.
Manifestó que lasasenaiaLhebia concur rrido a ese lugar respondiendo a una cita de una persona que telefónicamente le habia asegurado tener información de su hijo, Mario 'Tempone, y desu nuera, Beatriz Pages, ambos ¡secuestrados en octubre de 1977 y aún desa- parecidos.
Vcampo y Schartzare] discipulas de lagos una fotorrafía
dla. muy envejecida yicon 1
si hubiera sufrido,
