LIBRO SEGUNDO.—ENSEÑANZA
CAPÍTULO I
§ 1.º Influencia preponderante de las Facultades de Ciencias
En la vida intelectual de la humanidad, han existido momentos que se han fijado en su historia como focos brillantes ó centros de irradiación del pensamiento.
Los siglos de oro de la literatura griega y romana, que incluye los fundamentos de la Filosofía, establecidos en las obras de Platón y Aristóteles, después el período de la civilización árabe y el siglo de oro de la literatura española, comprenden la síntesis del pensamiento humano, hasta que el Renacimiento abrió nuevos horizontes á la investigación, señalando descubrimientos de otra índole, expresados por los nuevos rumbos que trazaron los Descartes, Bacon, Galileo y Newton.
Como un hecho providencial, se reunió á fines del siglo xviii y comienzos del xix la pléyade de sabios y de genios, tales como Lavoisier, Ampère, Laplace, Lagrange, Monge y otros, que contribuyeron á fundar la célebre Escuela politécnica de Paris, que fué el más moderno centro de irradiación, distinto de los demás, ya consignados, con un nuevo carácter; pues si aquéllos fueron los de la Literatura y la Filosofía, este último fué el de las Ciencias.
La Literatura realizaba las aspiraciones del sentimiento, la Filosofía, esa tendencia constante de investigación ó aspiración á saber. Las Ciencias, más concretas, han seguido un nuevo rumbo especialmente práctico, pues constituyen cierta tendencia del espíritu, armonizada con las realidades del mundo material.
La Matemática, la Física, la Química y las llamadas Ciencias