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evolución filosófico-matemática en el siglo xix

como todas las demás, son irradiaciones distintas de la ciencia general.

Aunque todos los filósofos han tratado, por lo menos incidentalmente de los fundamentos de la Matemática ó de los conceptos fundamentales de la misma, algunos se han distinguido por cierta preferencia ó importancia que le han otorgado. El primero de éstos es Krause, que escribió en 1804 su Grundlage eines philosophischen Systems der Mathematik [1].

Aunque es loable la tendencia de aproximar la Metafísica á la Matemática, la tendencia de Krause no fué eficaz, pues en nada influye la perfección de los conceptos generales, externos al desarrollo de la Matemática, cuya evolución se efectúa por intussusception, siendo su método inventivo el análisis, por el que se acrecienta su contenido de dentro á fuera.

La Matemática es una filosofía práctica, ejercida sobre objetos especiales; y todos los grandes matemáticos se han distinguido por su elevado espíritu filosófico, y á éstos es á quienes debemos referirnos, exclusivamente.

Wronski fué un talento filosófico-matemático. En este genio colosal se aunaban las dos tendencias; y bajo la influencia de los filósofos racionalistas, edificó su sistema matemático, donde principalmente se nota el influjo de la filosofía kantiana.

Partiendo de que el mundo físico, en su causalidad no inteligente, en la naturaleza, presenta la forma, manera de ser, el contenido, esencia de la acción física, señala cada uno de estos dos objetos como correspondiente, el primero á la Matemática y el segundo á la Física.

La forma del mundo físico, que resulta de la aplicación de las leyes transcendentes de la sensibilidad á los fenómenos dados a posteriori, según Wronski, es el tiempo, para todos los objetos físicos en general, y el espacio, para los objetos físicos exteriores; de manera que las leyes del tiempo y del espacio, considerando éstos como pertenecientes al mundo físico, dado a posteriori, constituyen el verdadero objeto de las Matemáticas.

  1. Traducido por D. Francisco Giner, Estudios filosóficos y religiosos (1876).