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en las profundidades de la Naturaleza y de la humanidad: (20). Merced 4 una conciencia mas elevada del sentimiento de la Naturaleza, el mismo siglo pudo reunir á Claudio Lorenés, el pintor de los efectos de luz y de los lejos vaporosos; á Ru ysdael con sus bosques sombríos y sus amenazadoras nubes; á Gaspard y Nicolás Pussino que han dado 4 los árboles un carácter tan imponente y gallardo; á Everdingen, Hobbema y 4 Cuyp, cuyos palsages parecen la Naturaleza misma (21).
En este periodo, tan feliz para el arte, imitábanse hábilmente los modelos que ofrecia la vegetacion del Norte de Europa, de la Italia meridional y de la península Ibérica. Adornábase el paisage con naranjos,. laureles, pinos y palmeras. Las palmeras de dátiles, única especie de esta noble familia que se conocia hasta entonces ademas de la llamada Chameerops, especie de palmera enana originaria de las costas de la Europa meridional, eran representadas por lo comun, de una manera convencional, con un tronco cubierto de escamas semejantes á las de las serpientes (22). Durante mucho tiempo fueron estos árboles los únicos tipos. de la vegetacion tropical, como y segun una creencia muy arraigada aun en nuestros dias, el Pinus pinea representa por sí solo la vegetacion de Italia. Estudiábanse poco los. contornos de las altas cadenas de montañas, pues las cimas coronadas de nieveque se elevan sobre las verdes praderasde los Alpes reputábanse como inaccesibles. Para que un pin— tor pensara en reproducir exactamente la fisonomía de las masas de rocas, era preciso que un espumoso torrente se abriese paso por ellas. Hay, sin embargo, un artista que debe distinguirse de todos los demas, por la variedad de sus facultades y la libertad de su genio: Rubens, que sumido en el seno mismo de la Naturaleza, abraza todos sus aspectos, representando con una verdad inimitable, en sus
grandes cazas, la naturaieza salvaje de los animales del