por un temblor de tierra diez y seis años antes de la famosa erupcion del Vesubio.
S1 consideramos los procedimientos de ejecucion, la pintura cristiana no cambió de carácter desde Constantino hasta principios de la edad media, y permaneció durante todo este período muy próxima al antiguo arte de los Griegos y de los Romanos. Las miniaturas que adornan suntuosos manuscritos, muchas de las cuales nos han llegado sin alteracion, constituyen un tesoro de antiguos recuerdos, lo mismo que los mosáicos mas raros, que datan de la misma época (16). Rumobr cita un manuscrito de losSalmos, conservado en el palacio Barberini, en Roma, donde hay una miniatura que está representando á David tocando el arpa en medio de un bosquecillo gracioso, mientras salen las ninfas del follage para escucharle. Esta personificación, añade Rumobr, demuestra que el pintor seguia aun las antiguas tradiciones. Desde mediados del siglo VI, cuando Italia cayó en el empobrecimiento y la anarquía, el arte bizantino conservó especialmente un reflejo de la pintura antigua y los tipos persistentes de una época mejor. Las producciones de la escuela bizantina nos conducen por una transicion natural á las creaciones de la segunda mitad de la edad media, cuando el gusto por los manuscritos ilustrados se estendió del Bajo-Imperio á las regiones del Occidente y del Norte, á la monarquía de los Francos, á los Anglo-Sajones y á los habitantes de los Paises Bajos. No deja de interesar, con efecto, á la historia del arte moderno observar, como dice Waagen, que los célebres hermanos Hubert y Juan Van Eyck se formaron principalmente en la escuela de los pintores de miniatura establecida en Flandes, que, desde la segunda mitad del siglo XIV, se elevó á tan alto grado de perfeccion (17).
En los cuadros históricos de los hermanos Van Eyck es donde se admira por vez primera el cuidado puesto en