del olivo, tienen tambien su lugar en este cuadro de laNaturaleza que completan los cuerpos celestes. «El Señor ha creado la luna para medir el tiempo, y el sol conoce el término de su carrera. Viene la noche, se esparcen los animales sobre la tierra, los leoncillos rugren cerca de su presa y piden su alimento á Dios. Aparece el sol, reúnense y se refugian en sus cavernas los animales, y en tanto el hombre se entrega á su trabajo, y sigue su tarea hasta la tarde.» Es sorprendente, que en poema lírico de tan cortas dimensiones, se describan á grandes rasgos el Universo entero, el cielo y la tierra. A la vida confusa de los elementos se opone la existencia tranquila y laboriosa del hombre desde el amanecer hasta el momento en que la tarde pone término á sus trabajos. Este contraste, estas miras generales sobre la accion recíproca de los fenómenos, esta vuelta al poder invisible y presente que puede rejuvenecer la tierra ó reducirla á polvo, todo está impregnado de un carácter sublime, mas propio, menester es decirlo, para causar admiracion que para conmover.
Los salmos ofrecen con frecuencia consideraciones semejantes acerca del mundo (70); pero en ninguna parte de una manera mas completa que en el capítulo xxxv: del libro de /0/, antiquísimo seguramente, aun cuando no anterior á Moisés. Nótase que los accidentes meteorológicos que se producen en la region de las nubes, los vapores que se condensan ó se disipan segun la direccion de los vientos, los caprichosos juegos de la luz, la formacion del granizo y del trueno, habiansido observados antes de ser descritos. Muchas otras cuestiones se han planteado tambien en aquel libro, que la física moderna puede, indudablemente, reducir á fórmulas mas científicas; pero sin que todavía hayan encontrado para ellas solucion satisfactoria. Repútase generalmente el libro de Job como la obra mas acabada de la poesía hebrea: en él se advierte el encanto pinto-