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enlas zonas tropicales de ambos continentes. El arte, cuya mision esta de fundir las realidades en una imágen armoniosa, no pierde ninguno de sus atractivos porque el espíritu observador y analítico de los siglos posteriores ha ya confirmado afortunadamente el testimonio de un poeta antiguo que se abandonaba irresistiblemente á la contemplacion de la Naturaleza.
De los Arianos orientales, es decir, de la familia indobramánica, maravillosamente predispuesta por su organizacion al goce de las bellezas pintorescas de la Naturaleza (62), pasemos á los Arianos del Occidente, á los Persas, que reunidos en otro tiempo á los pueblos de la misma raza en la region situada al norte de la Persia y de la India, sesepararon mas tarde, y adoradoresespiritualistas de la Naturaleza, conciliaron este culto con la concepcion maniquéa de Ariman y de Ormuzd. Lo que llamamos literatura persa no se remonta mas allá de la épocadelos Sasanidas. Los monumentos mas antiguos de la poesía de los Persas han desaparecido. Unicamente despues de la conquista de los Arabes, cuando se renovó la faz del país, refloreció una literatura nacional bajo las dinastías de los Samanidas, de los (raznevidas y de los Seldjucidas. El desarrollo de la. poesía desde Firdusi hasta Hafiz y Dschami duró apenas cuatrocientos á quinientos años, y Casi no se prolongó mas que hasta la espedicion de Vasco de (rama. Al buscar la huella del sentimiento de la Naturaleza entre los Indios y los Persas, no ha y que olvidar que las civil: zaciones respectivas de estos dos pueblos han estado separadas doblemente por el espacio y por el tiempo. La literatura persa pertenece á la edad media; la gran literatura india pertenece propiamente á la antigiiedad. La Naturaleza no ofrece sobre la meseta del Iran los robustos 4rboles y la variedad de formas y de colores, que presenta á nuestros encantados ojos el suelo del Indostan. La cadena del