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singer errantes, por mas que algunos descendieran de príncipes y todos fueran cortesanos, permanecian siempre en asíduo comercio con la Naturaleza, manteniendo en toda su frescura la natural predisposicion que en ellos se notaba hácia el Idilio, y tambien con frecuenciaá la elejía. Con el fin de apreciar mejor los efectos de predisposicion semejante, me referiré á los dos sabios que mas profundamente conocieron la edad media alemana, á mis nobles amigos Jacobo y (Guillermo (+rimm. «Los poetas alemanes de esta época, dice el último, no se cuidaron jamás de describir la Naturaleza de una manera abstracta, es decir, sin otro objeto que el de pintar con animados colores la impresion del paisaje. Y no faltaba seguramente á los antiguos maestros alemanes el sentimiento de la Naturaleza, pero lo referian siempre á los acontecimientos que narraban ó á las mas vivas emociones que rebosaban en sus cantos líricos. Empezando por la epopeya nacional, por los mas antiguos y preciosos monumentos de la musa alemana, no encontramos ni en los -Viebelungen ni en el poema de Gudrun descripcion alguna de la Naturaleza, ni aun allí donde la ocasion se presentaba naturalmente (93). La narracion, muy circunstanciada por otra parte, de la caza en que fué muerto Sigfredo, contiene únicamente la men— cion de un brezal en flor y de un fresco manantial á la sombra de un tilo. En el poema de (rudrun, que supone costumbres algo mas cultas, se entrevé mejor el sentimiento de la Naturaleza. Cuando la hija del rey y sus compañeras, reducidas á la condicion de esclavas, van á llevar á orillas del mar las ropas de sus señores, indica el poeta el instante del año en que el invierno toca á su fin, y empiezan de nuevo los conciertos de los ruiseñores. La nieve cae todavía, y lacabellera delas doncellas se mira azotada por el viento de marzo. Cuando Gudrun sale del campo esperando la llegada de sus libertadores, las olas del mar brillan con