Página:Alexander von Humboldt - Cosmos - Tomo II.djvu/25

Esta página no ha sido corregida
— 17 —

y sus estrañas visiones sobre la formacion de la tierra, con la viva descripcion de la raza humana saliendo del fondo de los bosques para labrar los campos, vencer las fuerzas naturales, cultivar su espírrtu, perfeccionar su lenguaje y fundar la vida civil (24).

Si no obstante la agitada vida que ocasionan las pasiones políticas, conservara un estadista en su corazon entusiasta aficion á la Naturaleza y el amor de la soledad, la fuente de estes sentimientos habria que buscarla en las profundidades de un carácter grande y noble. Los escritos de Ciceron prueban la verdad de este aserto. Sábese ciertamente que en su tratado de las Leyes y en el del Orador Ciceron tomó mucho de la Piedra de Platon 25); pero la imitacion no ha quitado nada de su propia individualidad á la pintura del suelo 1tálico. Platon pinta en algunos rasgos generales «la espesa sombra del alto plátano, los perfumes que exhala la for del Agnus-castus (sauzgatillo) y la brisa del estio, cuyo murmullo acompaña á los coros de las cigarras.» Por lo que respecta á la descripcion de Ciceron, tan fiel aparece, segun ha notado recientemente un ingenioso observador (26), que aun hoy pueden comprobarse todos sus rasgos en los mismos lugares. El Liris (Garellano) está todavía rodeado de elevados álamos; y sidescendemos hácia la izquierda desde la altura que domina las ruinas de Arpino, reconoceremos el soto de encinas á orillas del Fibrena, como tambien la isla llamada hoy Isola di Carnello, formada por la division del arroyo, y á la cual se retiraba Ciceron, segun él mismo nos dice, para meditar, leer y escribir. En" Arpino, al pié de las montañas de Jos Volscos, nació ("iceron, y el admirable paisaje que le rodeaba debió influir desde su edad primera en los gustos que conservó toda su vida. Frecuentemente, con efecto, y sin que el hombre se dé cuenta de ello, el reflejo de la naturaleza circunvecina, penetrando en lo

YOMO ll