nínsula de la India del lado de acá del Ganges; la domi— nacion de los Romanos; los progresos de la civilizacion árabe, y el descubrimiento del Nuevo Continente. Lo que importa en todos estos hechos, menos es conocerlos en sus detalles, que señalar la influencia que han ejercido en el desarrollo de la idea del Cosmos, ya se trate de un viaje de descubrimientos, ya de los progresos de una lengua que llega á hacerse dominante por un alto grado de cultura y por las numerosas Obras maestras que produzca, ó ya del conocimiento repentinamente estendido de los monzones del Africa y de la India.
Puesto que al enumerar estas diversas causas de 1mpulsion he citado el ejemplo de las lenguas, haré que resalte de una manera general su importancia bajo des aspectos mu y diferentes. Consideradas aisladamente, las lenguas estendidas por vastas regiones obran como medio de comunicacion entre razas separadas por largas distancias. Si, por el contrario, las comparamos unas con otras, si observamos su organizacion interior y los diversos grados de afinidad que las unen, nos hacen penetrar mas profundamente en la historia de la humanidad. La lengua de los Griegos, y su nacionalidad, tan íntimamente unida á su lengua, han ejercido un prestigio mágico sobre todos los pueblos que han tenido algun contacto cor ellos (2). La lenga griega, protegida por el imperio de Bactriana, aparece en el Ásia central como un vehículo de la ciencia helénica, que, mezelada con la índica, fué llevada diez siglos mas tarde por los Arabes á las regiones mas occidentales de Europa. Merced á la antigua lengua de los Indios y á la de los Mala yos, hánse establecido relaciones comerciales entre los pueblos esparcidos por el archipiélago del Sud-este del Asia, por las costas orientales del Africa y por la isla de Madagascar; y aun puede decirse con verosimilitud que revelando aquellas lenguas la existencia de las factorías establecidas por los Ba-
