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^(38)  Pág. 270.—Strabon, l. I. p. 65, ed. Casaub. Cf. Humboldt, Exámen critique, t. 1, p. 152.

^(39)  Pág. 271.—Véase acerca de la latitud media del litoral del Asia Septentrional, y de la verdadera denominacion del cabo Taimura (Cabo Siewero-VVostotschno) y del cabo del Nor-Este (Schalagskoi Mys), Humboldt, Asie centrale, t. III, p. 35 y 37.

^(40)  Pág. 272.—La misma obra, t. I, p. 198-200. Asi tambien la punta meridional de la América como el archipiélago que lleva el nombre de Tierra de Fuego, se encuentran sobre el meridiano de la parte mas septentrional de la bahia de Baffin y de la gran tierra polar cuyos límites no se han fijado todavía, y que pertenecen quizás á la Groenlandia occidental.

^(41)  Pág. 272.—Strabon. l. 11, p. 92 y 108, ed Casaub.

^(42)  Pag. 272.—Humboldt, Asie centrale, t. III, p. 25. Desde 1817, había yo demostrado en mi obra de Distributione geographica Plantarum secundum cæli temperien et altitudinem montium, de cuanta importancia es para la climatología y el estudio de la civilizacion, distinguir los continentes articulados y los continentes compactos. «Regiones vel per sinus lunatus in longa cornua porrectæ, angulosis littorum recessibus quasi membratim discerptæ, vel spatia patentia in immensum, quorum littora nullis incisa angulis ambit sine anfractu Oceanus» (p. 81 et 182). Sobre la relacion de estension de las costas con la superficie de los continentes, relacion que permite juzgar de una manera general hasta qué punto es accesible el interior de los mismos, véanse los Annalen der Erdkunde de Berghaus, t. XII, 1835, p. 490, y Physikal Atlas, 1839, n.° III, p. 69.

^(43)  Pág. 272.—Strabon, l. II, p. 126, ed. Casaub.

^(44)  Pág. 272.—Plinio ha dicho hablando de Africa (l. V. c. I.): «Nec alia pars terrarum pauciores recipit sinus.» La pequeña península Transgangética, con su figura triangular nos ofrece una tercera forma muy análoga á las de Africa y América del Sud. La idea de una cierta regularidad en la configuracion de la tierra firme ha reinado en la antigüedad griega. Creíase entonces que habia cuatro grandes golfos, entre los cuales el golfo Pérsico y el mar de Hircania (mar Caspio) debian ser opuestos el uno al otro (Arriano, l. VII, c. 16; Plutarco, Vie d'Alexandre, c. 44: Dionys el Periégeto, v. 48 y 630. p. 11 y 38, Bernh). Aun mas: habia