nales de Chimie et de Physique, t. XXIII, p. 261. Leopoldo de Buch, Briefe ueber das südliche Tyrol, p. 101, 105 y 273.
^(76) Pág. 240.—Sobre la transformacion del calcáreo compacto en calcáreo granular por el granito en los Pirineos (Montaña de Rancie), véase Dufrénoy, en las Mémoires géologiques, t. II, p. 440. y en las montañas de l'Oisons, Elias de Beaumont, Mém. géol., t. II, p. 379-415; por el pórfiro diorítico y piroxénico (ophyta; Elias de Beaumont, Géol. de la France, t. I, p. 72), entre Tolosa y San Sebastian, véase Dufrénoy en las Mém. Géol., t. II, p. 130; en la isla de Skye, donde el calcáreo metamorfoseado por la sienita presenta aun rasgos visibles de petrificaciones, véase M. de Dechen. Géognosie, p. 573. En la metamorfosis de la creta, en contacto con el basalto, las moléculas han debido esperimentar un desplazamiento muy notable para dar lugar á la estructura cristalina ó de grano de la roca actual, porque antes de la transformacion esas moléculas formaban una infinidad de pequeños anillos separados, segun Ehremberg ha tenido ocasion de acreditar por medio de investigaciones microscópicas sobre la roca primitiva. Véanse los Annalen de Poggendorff, t. XXXIV, p. 105, y sobre anillos formados por precipitados de aragonita, Gustavo Rose, en la misma coleccion, t. XLII, p. 354.
^(77) Pág. 241.—Lechos de calcáreo granular en el granito, en el puerto de Oó y en el Monte de Labourd. Charpentier, Constitution géologique des Pyrénées, p. 144-146.
^(78) Pág. 241.—Leopoldo de Buch, Canarische Inseln, p. 394; Fiedler, Reise durch Griechenland, 2.ª parte, p. 181, 190 y 516.
^(79) Pág. 241.—Ya he aludido en otro sitio á este pasaje notable de Orígenes: Philosophumena, c. 14 (Opera, ed Delarue, t. I, p. 893). Todo induce á creer que Jenofanes no ha querido hablar de una impresion de laurel (τύπον δάνης), sino de una impresion de pescado (τύπὸν ἀϕύησ); Delarue vitupera injustamente á Jacobo Gronovius por haber preferido la segunda version y haber sustituido la palabra sardina á la palabra laurel. En todo caso el descubrimiento de un pez fósil es mas verosímil que el de una imágen de Sileno (Plinio, l. XXXVI, c. 5), hallada por los obreros en las canteras de Paros (mármoles del monte Marpessos, Servius, ad Virg. Æn., l. VI, v. 571).
^(80) Pág. 241.—Sobre la constitucion geológica de los alrededores de Carrara (ciudad de la Luna, Strabon, l. V, p. 222), véase Savi, Osservazioni sui terreni antichi Toscani, en el Nuovo Giornale de Litterati di Pisa,