nóstica destinada al uso de los jóvenes del colegio de Minería de Méjico,) designe despues (1832) las rocas de erupcion plutónicas y volcánicas bajo el nombre de endógenas (enjendradas en el interior), y las de sedimento bajo el de exógenas, (enjendradas esteriormente sobre la corteza terrestre.) En el sistema gráfico que adopté, las primeras estaban indicadas por una flecha dirigida hácia arriba, y las segundas por una flecha vuelta hácia abajo. Este método tiene al menos la ventaja de no desfigurar los planos en que se trata ordinariamente de representar séries de capas sedimentarias dispuestas horizontalmente unas sobre otras; mas en la mayor parte de los planos modernos, las erupciones y las penetraciones de basalto, de pórfiro ó de sienita, están figuradas por venas ascendentes de un modo arbitrario y poco conforme con la naturaleza. Las denominaciones que he propuesto en el plano pasigráfico-geognóstico fueron formadas segun las de Candolle, que llamaba endógenas á las plantas monocotíleas, y exógenas á las dicotíleas. Pero Mohl ha probado, por una análisis mas exacta del reino vegetal, que en tesis general y rigorosa, el crecimiento de las monocotíleas, no se verifica de dentro á fuera, ni el de las dicotíleas, de fuera á dentro. (Link, Elementa philosophiæ botanicæ, t. I, 1837, p. 287; Endlicher y Unger, Grundzuge der Botanik, 1843, p. 89; y Jussieu, Traité de Botanique, t. I, p. 85). Lo que yo llamo endógeno, lo designa Lyell por la espresion característica de netherformed ó hipogene rocks. (Principies of Geology, 1833, t. III, p. 374).
^(42) Pág. 226.— Cf. Leop. de Buch, Ueber dolomit als Gebirgsart, 1823, p. 36; y el mismo autor, acerca del grado de fluidez que debe atribuirse á las rocas plutónicas en la época de su erupcion, y sobre la transformacion del esquisto en gneiss por la accion del granito, y de las materias que han acompañado el levantamiento de esta roca, en las Mem. de l'Acad. de Berlin, 1842, p. 58 y 63; y en Jahrbuch fur wissenschaftliche Kritik, 1840, p. 195.
^(43) Pág. 228.— Darwin, volcanic Islands, 1844, p. 49 y 154.
^(44) Pág. 228.— Moreau de Jonnés, Hist. phys. des Antilles, t. I, p. 136, 138 y 543; Humboldt, Relat. histor., t. III, p. 367.
^(45) Pág. 228.— Cerca de Teguiza; Leop. de Buch, Canarische Inseln, p. 301.
^(46) Pág. 228.— Véase la pág. 6.
^(47) Pág. 229.— Bernhard Cotta, Geognosie, 1839, p. 273.