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iluminábamos con una lámpara. Ya en esta época las perturbaciones (tempestades magnéticas), que sucedian casi siempre á iguales horas durante muchas noches consecutivas me hacian desear vivamente, que aparatos semejantes fuesen observados simultáneamente al Oeste y al Este de Berlin, á fin de poder distinguir los fenómenos generales del magnetismo terrestre, de las perturbaciones locales que se producen, ya en la costra desigualmente caliente de nuestro globo, ya en la atmósfera donde se forman las nubes. Mi viaje á París y las revueltas políticas de aquella época, se opusieron entonces al cumplimiento de mis deseos. Pero en 1820 el gran descubrimiento de Œrsted vino á derramar una viva luz sobre la íntima conexion de la electricidad y del magnetismo, y á atraer, en fin, el interés general sobre las variaciones periódicas de la tension magnética del globo. Arago, que habia empezado algunos años antes en el observatorio de París, con la admirable brújula de declinacion de Gambey, la mayor série continua de observaciones horarias de Europa; Arago, repito, enseñó por la comparacion de sus observaciones con las de Kasan, hechas á las mismas horas, y que habian acusado idénticas perturbaciones, toda la ventaja que podia sacarse de medidas correspondientes de declinacion. Cuando llegué á Berlin, despues de diez y ocho años de residencia en París, hice levantar un pequeño observatorio magnético durante el otoño de 1828, á fin de continuar el trabajo empezado en 1806, y con el objeto sobre todo de establecer un sistema de observaciones simultáneas hechas á horas convenidas en Berlin, en París y en las minas de Friberg (á 66 metros de profundidad). La simultaneidad de las perturbaciones y el paralelismo de los movimientos de la aguja durante los meses de octubre y de diciembre de 1829, fueron ya representadas gráficamente. (Poggend. Annalen, t. XIX, p. 357, tabl. I-III). Bien pronto la espedicion emprendida en 1819, por órden del Emperador de Rusia al Asia septentrional, me proporcionó ocasion de llevar á cabo mi plan en mas vasta escala. Este plan fué dessarrollado en el seno de una comision especialmente constituida á este objeto por la Academia imperial de San Petersburgo, en su consucuencia, bajo la proteccion del jefe del cuerpo de Minas, conde Cancrid, y bajo la sabia direccion del profesor Kupffer se establecieron estaciones magnéticas en toda el Asia septentrional, desde Licolajeff, Catharinenbourg, Barnaul, Nertchinsk, hasta Pekin. El año de 1832 figura en los anales de la ciencia como la época en que el ilustre fundador de una teoría general del magnetismo, Federico Gauss, empezó á establecer en el observatorio de Gœttingue aparatos construidos con arreglo á nuevos principios. El observatorio magnético fué acabado en 1834, y en el mismo año (Resultate der Beobacht. des magnet. Vereins, 1838, p. 135, y Poggend. Annalen, t, XXXIII, p. 426). Gauss, auxiliado activamente por el ingenioso físico G. Weber, hizo conocer sus instrumentos, y sus métodos de observacion difundiéndolos por Suecia,